domingo, 26 de octubre de 2014

En El Nuevo Herald, una entrevista a Luis Eduardo Aute

La Pereza Ediciones agradece al periodista Hernán Vera por esta entrevista a ese gran artista que es Luis Eduardo Aute, y quien publicara recientemente su poesía completa bajo el sello de nuestra casa.

Aquí, el link de acceso:

http://www.elnuevoherald.com/vivir-mejor/artes-letras/article3180502.html

martes, 21 de octubre de 2014

Palabras de presentación de la novela El trazo oculto, por la catedrática de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, Isabel Durán

PRESENTACIÓN DE EL TRAZO OCULTO
Isabel Durán Giménez-Rico
Catedrática de Filología de la Universidad Complutense de Madrid



¿Se imaginan descubrir a los 16 años que ustedes son un "embrión congelado"?. Bueno, pues uno de los personajes de esta novela es un embrión congelado. Y eso es sólo una pequeña muestra. En esta novela se habla de IAD (Inseminación artificial a partir de Donante Anónimo); de ovarios y espermatozoides, de adopción de embriones, de clínicas que se llaman INVITRO, de la eterna juventud gracias a liposucciones y fibroblastos productores de colágenos, de madres que se llaman EVA y de caballos que se llaman NEWLIFE (Nueva Vida).

Pero eso son sólo anécdotas que contribuyen a formar esta novela que, en mi opinión, no es sino un canto a la VIDA. Pero no crean que es una conclusión fácil: y es que para llegar a la conclusión de que es un canto a al vida hay que saltar muchos obstáculos -como si el lector fuera un caballo en pleno concurso hípico- cargados de ironía mordaz, de ácida sátira, de parodia, de humor negro, y, sobre todo.... de INTELIGENCIA APLICADA.

Estamos ante la primera novela escrita por Graciela Rodríguez; una MUJER INTELIGENTE. Recalco lo de mujer y recalco lo de inteligente. No es que Graciela Rodríguez sea Bióloga, y los trazos de la biología se hagan notar en esta historia; no es que Graciela Rodríguez sea experta en teoría de la literatura, lo cual se nota para bien (digo para bien porque a veces ser experto en teoría literaria y escribir novelas son posiciones antagónicas); es que Graciela Rodríguez ha escrito una novela tremendamente INTELIGENTE; una palabra que pocas veces aplicaría yo a la presentación de una novela. Es casi imposible creerse que sea su primera novela, pues parece que haya narrado antes decenas de historias.

¿Por qué digo que es inteligente?: porque hay muchos y muy diversos TRAZOS; muchas pinceladas (en ocasiones brochazos) sobre temas muy controvertidos que están cada día en las noticias de los periódicos y las televisiones del mundo sobre la ingeniería genética, la eugenesia, los bancos de esperma y de óvulos, el sensacionalismo mediático, la telebasura, etc, pero presentados con tan ingeniosa elegancia que nadie podría decir que es una novela panfletaria o utilitarista.

Porque además esta historia tiene mucho de sátira.  Y sólo los escritores muy inteligentes han sido capaces de producir sátiras convincentes. Les recuerdo la definición de sátira para recalcar lo que acabo de decir: "Estrictamente la sátira es un género literario, pero también es un recurso. En la sátira los vicios individuales o colectivos, las locuras, los abusos o las deficiencias se ponen de manifiesto por medio de la ridiculización, la farsa, la ironía y otros métodos; ideados todos ellos para lograr una mejora de la sociedad. Aunque en principio la sátira está pensada para la diversión, su propósito principal no es el humor en sí mismo, sino un ataque a una realidad que desaprueba el autor, usando para este cometido el arma de la inteligencia."

Pero es que hay muchos más temas: esta escritora-literata-bióloga nos habla de las supermujeres del siglo 21 que lo quieren todo y se dejan la vida y las relaciones personales en el intento, del culto a la eterna juventud a cualquier precio, de las masculinidades amenazadas por unas féminas que son ultramujeres Nietszianas, del primitivismo de la raza humana, que a veces se parece más a un lagarto que muchos congéneres del lagarto, de los medios de comunicación que son capaces de arrasar con la integridad de las personas a cambio de unos buenos resultados de audiencia, de la rivalidad femenina, de la frialdad de la ciencia, y ... de algo mucho más serio: de la búsqueda de identidad.

Les habla una profesora de literatura. Pero también les habla una madre. Y Graciela Rodríguez también es madre. Aparte de ser colegas, somos amigas desde hace mucho tiempo. Tanto como la edad de nuestros hijos, porque vivimos la experiencia de la maternidad de forma casi paralela. Por eso esta novela, cuando la leí por primera vez nada más salir en su primera edición en 2008 me trajo ecos de tantas experiencias y sensaciones sobre el instinto maternal que supuestamente invade antes o después a la mayoría de las mujeres.

Pero no se confundan: yo no creo que haya una "literatura masculina" y una "literatura femenina"; o una literatura para hombres y otra para mujeres. Es más: todo eso me parece una solemne sandez. Lo que trato de decir es que seguramente sólo una mujer puede sentir la libertad de hablar con tan fina ironía y sarcasmo y con esa aparente distancia y estudiado objetivismo de asuntos tan intricados como los que se tratan en esta novela. Seguramente un hombre tendería a romantizar el tema; se sentiría obligado a ser respetuoso y cauteloso por la posible reacción adversa de las lectoras. Y entonces el resultado habría sido un pastelón.

Cuando leí esta novela por primera vez supe que iba a ocurrir algo con ella. No sabía qué -conozco bien la dificultad para un escritor nobel en España y más si no pertenece a los "círculos" a los que hay que pertenecer para que te publiquen. Pero sí recuerdo que le dije a Graciela que esta novela podría arrasar en los EEUU. Porque es un tema tan necesario pero tan poco tratado por la literatura seria que seguramente su éxito en España tendría que pasar por su anterior éxito en EEUU, en que estos asuntos del cuerpo femenino y sus metáforas están mucho más desarrollados en la ficción narrativa que en España. Afortunadamente, Graciela siguió mi consejo y lo tradujo al inglés. No tardó en recibir respuesta, y por fin esta novela va a recibir la atención que merece. (Creo que ye se han comprado los derechos para traducirla también al francés: esto no ha hecho más que empezar).

"EL TRAZO OCULTO". Déjenme contarles algo de ese trazo porque hasta el título es intrigante. (soy FILÓLOGA; no puedo remediarlo)

1. TRAZAR: "Describir, dibujar, exponer por medio del lenguaje los rasgos característicos de una persona o de un asunto": Efectivamente, esta novela traza el perfil de cuatro mujeres y de sus devenires existenciales. Estamos ante cuatro modelos de mujer:

1. EVA, la bióloga racional que trabaja en un centro de reproducción asistida en Madrid.
2. ÚRSULA, la mujer 10, Presidenta de una Multinacional que tiene que destacar en un mundo de hombres
3. VICTORIA, la señorita rica y caprichosa de la sociedad Sevillana que lo tiene todo; o casi todo
4. CORDELIA, la niña perdida en un mundo de mentiras y silencios.

2. TRAZAR: "Discurrir y disponer los medios oportunos para el logro de algo": efectivamente, estas tres mujeres trazan un plan: todas ellas son planificadoras, no dejan nada al albur de la naturaleza, son en eso "más hombres que mujeres", si nos guiáramos por estereotipos esencialistas. Es más: son mujeres que desafían al paso del tiempo y a la naturaleza, como si de un Victor Frankenstein se tratara.

3. TRAZAR: "Delinear o diseñar la traza que se ha de seguir en un edificio u otra obra". - Efectivamente, aunque son historias independientes, hay un trazo oculto, una línea invisible que une a estas 4 mujeres, como maravillosamente ha sabido expresar el creador de esta portada por medio de esas trenzas.

4. TRAZO: Pero también un TRAZO es una palabra pictórica; y el TRAZO OCULTO en este caso alude a esos trazos iniciales o borradores que quedan ocultos bajo la pintura de la versión final en un cuadro; y que sólo los expertos restauradores saben rescatar usando tecnología que logra atravesar la capa de pintura. Los italianos lo llaman "Pentimento", algo así como arrepentimiento, porque el pintor se arrepintió de su primera versión, de ese esbozo inicial, y lo cubrió con nuevas imágenes y nuevos colores. Como nuestras vidas presentes, que siempre tapan u ocultan retazos de nuestro pasado y de la ascendencia que nos precede en la línea genealógica.

Debo confesar que esto del Pentimento lo descubrí cuando leí la autobiografía de la dramaturga norteamericana Lillian Hellman, titulada precisamente, Pentimento y construida también en torno a relatos de mujeres (uno de esos relatos, "Julia" se llevó a al gran pantalla en una película de gran éxito protagonizada por Jane Fonda en 1977).

[[POR FAVOR: si hay algún productor de cine en la sala, ya está tardando en comprar los derechos para convertir esta novela en película. Opino que sus posibilidades cinematográficas son espectaculares. Podríamos estar ante la rival de 8 Apellidos vascos o Torrente 5. Algo parecido ocurrió con El Diablo viste de Prada, que también tiene mucho de rivalidades femeninas y de mujeres 10 ...]]

- Lo cual me lleva a hablar de un último TRAZO OCULTO; el que une a Graciela Rodríguez con sus madres y padres literarios. No se puede ser buen una buena escritora sin ser antes una buena lectora. Y Graciela lo ha leído casi todo; y lo ha leído con la mirada crítica de una experta en literatura. Y, como escritora, Graciela es madre de esta novela, pero también es hija de grandes escritores/as que le han precedido y cuyos ecos se escuchan detrás de estas páginas, pese a su rabiosa actualidad y su originalidad narrativa.

-- Entre estas vidas yo puedo entrever trazos ocultos de otros personajes habitantes de espacios literarios como Yerma de Lorca, o El despertar de Kate Chopin, o La casa de la Alegría, de Edith Wharton, o El Rey Lear de Shakespeare (no en vano LA HIJA de esta novela se llama Cordelia) o Frankenstein, de Mary Shelley, o Un Mundo Feliz de Aldous Huxley .... y así llegamos hasta el Libro del Génesis (no en vano LA MADRE de esta novela se llama Eva)

-- No voy a darles una clase de literatura en este rato agradable que estamos pasando. Pero sí quiero recalcar que no estamos sólo ante un best-seller (que lo será, porque va a ser un éxito de ventas, no me cabe duda) sino ante una obra literaria que será objeto de análisis académicos. Cuando iba leyendo esta novela me acordaba de palabras relacionadas con tendencias y géneros literarios como distopía, novela científica, alegoría, novela naturalista, novela detectivesca... y todos estos géneros mezclados -a modo de novela híbrida postmoderna;  pero que al mismo tiempo busca el orden dentro del caos existencial.

-- Porque estamos ante una estructura casi perfecta: 4 CAPS que llevan  4 nombres de mujer, 4 retratos femeninos que se subdividen a su vez en partes que van numeradas de 1 a 12, como los 12 signos del Zodíaco, o las 12 tribus de Israel, o los 12 frutos del Árbol de la Vida, o los 12 meses del año, o las 12 horas que marca una esfera del reloj. Tic-tac; tic-tac.

          Las sátiras con humor negro son divertidas. Cuando leemos frases como
"Pero qué es esto?: ¿Un mercado de hijos, póngame medio kilo de embriones maduros que me los llevo en el útero?" (97),

nos reímos por su travieso sarcasmo. O cuando leemos sobre un reality show al estilo de Gran Hermano llamado "Hijos de Eva" en que el premio a la ganadora es una inseminación con el semen de uno de los participantes, nos resulta una idea tan ácida como espeluznante. Pero es que las sátiras también son advertencias. Y las advertencias convierten el posible sueño humano de ser capaces de dominar la Naturaleza en pesadilla distópica.

Una Bióloga no puede, por definición, estar en contra de los avances científicos. Pero sí puede advertirnos que un mundo de brutal manipulación genética absolutamente feminizado en el que los hombres son sólo parias (o no existen, o se dedican a jugar con trenes de juguete, o a criar reptiles) deviene en un mundo sin VIDA. Y, en un mundo ideal, crear vida es el resultado no sólo de un instinto animal de procreación, sino de la voluntad de dos seres humanos que se aman.  Pero, por otro lado, una buena novela no puede ofrecernos respuestas. Seguramente porque su autor o autora tampoco las tiene, y escribe precisamente para buscarlas entre sus líneas. También el propio lector aporta su mirada; el libro es un “tema” sobre el que ejecutamos distintas variaciones. Y es que leer es otra forma de vivir: No sólo Flaubert es Madame Bovary; Madame Bovary también somos todos nosotros. Como también todos tenemos un poco o mucho de Victoria, y Eva; de Úrsula, y Cordelia. Porque la literatura está llena de voces y miradas que, en el fondo, siempre nos hablan de nosotros mismos.

Y este libro nos habla de nuestro mundo. De lo que es, y de lo que podría llegar a ser si dejamos que la ciencia le gane la batalla al amor, y que el amor que desea crear VIDA se convierta en una reliquia de otros tiempos.

martes, 14 de octubre de 2014

Escritora de La Pereza Ediciones conquista audiencia en la escuela bilingüe Coral Way K8 Center

El futuro es y será de los niños, y en la lectura, ellos más que nadie tienen el mapa hacia donde debemos ir. María Milnne, autora de Limón partido y Pitusa y Eusebio conquista a la audiencia infantil con una de las cosas más bellas que existen: el acto de leer.








jueves, 9 de octubre de 2014

"El trazo oculto": su presentación oficial en Madrid

Es sabido que en el maravilloso oficio de editor, ocurren grandes aciertos, presentidos, además, en los puros inicios. En horas de la tarde de ayer tuvo lugar, con indiscutible éxito de público, en la Librería Antonio Machado de Madrid, la presentación oficial de la novela El trazo oculto, de Graciela Rodríguez. Una historia magistralmente escrita, publicada también en inglés, que ha llegado a La Pereza Ediciones para confirmar, una vez más, que no hay satisfacción más grande que la de descubrir un gran escritor.