jueves, 10 de julio de 2014

Escritor colombiano Rubén Varona en la Semana Negra de Gijón

Con gran éxito de público lector y de crítica se presentó recientemente en la Semana Negra de Gijón, el joven autor colombiano, quien fuera finalista en el Premio Iberoamericano Planeta 2012, Rubén Varona. A este importante evento llevó el thriller sicológico que publicara con La Pereza Ediciones en el año 2013, "El sastre de las sombras".
Nuestra casa de publicaciones lo felicita, segura de que no han de cesar sus éxitos literarios. A continuación, una excelente crítica sobre la novela realizada en el marco de la actividad:
 
 
El Sastre de las Sombras en La Semana Negra de Gijón

Especial para La Pereza Ediciones

Ana Pink

Gijón, Principado de Asturias, 8 de Julio de 2014.

 
Un nubarrón amenazaba aguar la fiesta que, a las cinco y media de la tarde, en los viejos astilleros de la ciudad, había comenzado con la gritería de los presentes haciendo cola en las atracciones mecánicas y en los puestos de comida. Aguardaban la llegada del plato suculento de la noche, la fiesta en honor a lo negro, al crimen, a la literatura maldita y prohibida. Esta antesala comparte la esencia de lo que la literatura negra es y quiere ser, un espacio ajeno a las fronteras que separan los placeres del alma y los del cuerpo. Y tal vez sea este el secreto con el que la fiesta literaria en Gijón ha brillado con luz propia irradiando su magia durante casi 30 años.

Al corazón de la Semana Negra se llega luego de atravesar un camino expiatorio de luces y colores, de estatuas de superhéroes que nos remiten a otros tiempos, de libros especializados en literatura distópica, detectivesca, histórica, gráfica y de ciencia ficción. En tres carpas destinadas a la presentación de libros y a discusiones con autores, lectores y editores sobre el género negro en todas sus vertientes, florece el olor a los churros endulzados por el mar Cantábrico y por la alegría de la gente que brota de la gran noria y de las demás atracciones mecánicas.

En la semana negra la literatura se vive en las calles. Conocedores, fanáticos y extraños celebran el arte y la imaginación propia del buen contar. Este público fue quien recibió al escritor colombiano Rubén Varona, en la presentación de su más reciente novela El sastre de las sombras, publicado por La Pereza Ediciones (2013). Para ese momento, el escritor y su público ya se habían coqueteado durante la charla Hoy Latinoamérica se escribe en negro, moderada por Ernesto Mallo, director del festival Buenos Aires Negra – BAN!, y en la que lo acompañaron voces consagradas de la literatura latinoamericana como Horacio Convertini, Fernando López, Juan Sasturain, Gabriela Cabezón y Mercedes Rosende.

 Y el universo conspiró para hablar de bajas pasiones y crímenes. El español José Manuel Estebanez abrió la presentación de El sastre de las sombras seduciendo al público con el irresistible argumento de la novela: “imaginar una mujer que se “cepilla” al amigo de su novio, que lo invita a su casa, que se pone romántica, y que ha preparado todo para una noche llena de sexo y pasión que acaba en un autentico desastre”.

El presentador prosiguió su diálogo enfocándose en la protagonista de la novela María Jimena Soler, una chica de la alta sociedad de Bogotá. Ella tiene que deshacerse de un cadáver pero no sabe cómo hacerlo. Su primera idea, no es otra que “buscar a un pringao”, porque cree que el mundo a su alrededor existe sólo para complacerla y seduce al primero que ve por la calle con una tentadora propuesta: “nene, ¿quieres venirte a mi casa a descuartizar un cadáver?” Y claro, ¿quién se resiste a la mezcla fatal de belleza, dinero y poder? Nadie y menos un habitante de la calle que conoce de primera mano la cara más oscura de la sociedad y lo que se necesita para sobrevivir en ella. “Esta chica llega con el pringao a su casa a deshacerse del cadáver pero termina cargándose otro más”. Aprende su primera lección, “que existe un mundo en el que ella no tiene la ultima palabra, entonces hace lo que haría cualquiera de nosotros para salir del problema: googliar cómo deshacerse de dos cadáveres”.

Con una sonrisa cómplice, el autor señala que ante todo la novela relata un despertar a las múltiples realidades sociales y económicas de Colombia que implica un cuestionamiento a la responsabilidad de todos los ciudadanos. Es así que el lector puede, de la mano de la protagonista, descubrir a una Colombia diferente de la que habita María Jimena, quien vive en el cuento de hadas de ser la hija de un senador de la república. En este sentido la novela es un ejercicio narrativo que inicia en una historia idílica y que se convierte en una pesadilla.

José Manuel acusa al autor de la novela de hacer una crónica satírica muy compleja sobre la alta sociedad Colombia, en la que se encuentran elementos fantásticos que suponen el ejercicio de imaginarse algo así como “El día de la marmota (Groundhog Day), pero con mucho sexo y con la banda sonora de La profecía (The Omen)”. Termina advirtiendo a los asistentes que no ha dado una idea exacta de lo que es El sastre de las sombras, porque esta novela ha sido escrita con un ritmo realmente endiablado, y supone que “el escritor ha vendido su alma al diablo para escribir tan bien, porque no sabemos si estamos asistiendo a un delirio post alcohólico o post éxtasis, a un ritual chamánico en el que alguien viaja a través del tiempo, o si hay un mutante que tiene súper poderes, o simplemente se trata de alguien a quién le pasan cosas malas en un día muy malo”.

Los aplausos de los asistentes terminaron por ahuyentar los nubarrones que amenazaban la noche. Esto y otras muchas cosas más suceden en El sastre de las sombras y en la Semana Negra.



 
 



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